viernes, 28 de agosto de 2009

Archibaldo en el paraíso

Archiblado en el paraíso
(poema místico en 10 artefactos)























uno


Archibaldo viaja en una nave terrestre

una carcaza metálica con 24 ruedas
que no conduce Lili Malone
ni lleva un protaligas en la guantera.

viaja al centro de la tierra
de la tierra caliente y atosigada de humanidad
de la Tucson argentina.

va a recoger
flores para ellas
y llega radiante al jardín florido
colmado de colegialas con polleras voladoras
y pubis de azúcar.

lleva una caña en la mano
y se toca la entrepierna
cuando cruza entre ellas
que cuchichean entre risas.

Archibaldo se detiene
en medio de la calle y grita eufórico:
he llegado al paraíso!.


dos

treinta horas de viaje
borra todo vestigio
del tercer ojo budista.

se toma un taxi en la terminal
y llega al centro de la multitud
para hacer su acto inaugural.

lo esperan en fila paula sergio solana y pablo
y eduardo le trae una cerveza salvadora
para saciar la sed infinita
y alimentar su oscuro personaje.

adentro la multitud
grita enfervorizada en medio del salón
pero un reloj de patas largas
y cara de mujer sin suerte en la cama
le impide el paso.

Archibaldo reclama
por sus fans desesperadas
pero todo es inútil.

esa noche ella rechazan a sus amantes
y se autosatisfacen en soledad.

a la mañana siguiente
hay suicidios femeninos por doquier
pero el diario no habla de ellas
ni habla de Archi
ni de la frígida coordinadora.


tres

suena el celular
Archibaldo recibe un mensaje del altísimo
cuando corta su cara resplandece.

esa misma noche decide
fundar una nueva religión
“Las Vírgenes de los Últimos Días de Archibaldo”
y se proclama su único redentor
el monje oscuro de las histéricas.

Archibaldo se hace muy religioso.

es el nuevo pastor
del gran cayado.


cuatro

Archi entra a un furgón colmado
de poetas y poetizas subtropicales y neoclasicas
pero como su tarea
está guiada por el altísimo
realiza el primer milagro archibáldico:
aparece ante todos
una butaca de oro surgida de la nada.

los pasajeros lloran emocionados.

el gran padre Archi
va a realizar su primera homilía religiosa
a un lugar avasallado por el pecado:
el alucinado municipio de yerba buena.

allí convierte a sus primeras ovejas descarriadas
que se inclinan ante su prédica
y se arrodillan ante el ídolo.

después de escucharlo
boquiabiertas
sus ojos se humedecen de líquidos espirituosos.

finalmente Archibaldo logra salvar
a ese pueblo infausto
de los fuegos eternos del infierno.


cinco

el gran pastor
dedica las mañanas a meditar
las tardes a beber birra
y las noches
a su prédica salvadora
para que sus fieles seguidoras
lleguen iluminadas y satisfechas
al nuevo paraíso.

dada las precarias condiciones
de la mansión dumit
reutiliza el baño como confesionario
allí recibe las confesiones más pecaminosas
las más heréticas
las más culposas
o sea
las más pacatas, reprimidas y traumatizadas.

después de escuchar las confesiones
les imparte la penitencia correspondiente

“esta noche acostadas en sus lechos
deberán orar mis fieles ovejas
y repetir diez padre nuestros
de la nueva archidiosecis

el Archipadre Vuestro de la Salvación Carnal

Archi nuestro que estás en la cama/
santificado sea tu falo/
venga a nosotros tu poderosa lujuria/
hágase tu voluntad en la cama y en el piso/

Danos hoy nuestro pedazo de cada día/
y perdona nuestros dolores de cabeza/
como también nosotras perdonamos el dolor que nos infringes/
no nos dejes caer en la frigidez y líbranos de toda abstinencia/

Tuyo es el reino, el poder y nuestra gloria/
por siempre Señor. Amen.


seis

Archi decide conocer a su competidor.

esa noche sale a caminar
sigue un sendero iluminado por el fuego
y llega al “caldero del diablo”.

allí habla con su regidor
un diablo rojo y provocador
llamado mariano
al que le dicen kunta quispe.

este diablo viene de la tacita de plata
pero no se le ve ninguna taza
sino un inmenso vaso
de espumosa cerveza en la mano
mientras declama su mantra diabólico:

Poema para Onga Mundsand

Onga, oh helvética amada mía
mientras tu voz alumbraba nuestras habitaciones
tu sombra ya proyectaba luces de despedida.

Cuando una mañana sin sol, callada, sin más, te marchaste
la ira de un tigre sobre mi se encaramó
y mi mano quebró
partió
encendió.
Rompí las casa, quemé los establos, incendié los campos.
Porque ella se fue sin más, sin que nadie lo disponga.
Después, todo… todo. Todo lo que hice
Lo hice por Onga

En los corrillos del averno dicen
que se lo robó al poeta jujeño daniel romero villar.


siete

en la mansión dumit
antro del infierno del rock

llegan los guardianes del orden divino
con perros drogados
luces paralizantes
armas del infierno
policías de la inquisición
militares de obediencia debida
y cientos de abogados.

Archi los calma
les arroja su birra bendita
y todos
desaparecen
en
el
aire

y estallan como pompas de jabón.


ocho

el domingo
el gran padre Archi descansa

soportando con templanza
la insistencia en confesarce
de la pecadora Paula.

Archi medita profundamente
en el mal y en el bien
y en la salvación carnal de sus pecadoras.

mientras Archi se encuentra
en trance místico
el santo juninense San Sergio
salva a esa pecadora
de palabras soeces y otras histerias.

en realidad intenta salvarla
sin ningún éxito.

Archi observa la situación
y piensa seriamente en contratar
a un afamado exorcista.



nueve

finalmente una tarde
llega el gran exorcista letraliano
el inefable obispo Julio
y su eficiente ayudante Myr.

y en una agotadora sesión
de tres fatigosos días
salvan a la poeta hereje
arrancándole el diablo del cuerpo
en una
apoteósica cacharpaya final.

todo el pueblo festeja
lanzando globos al cielo.

tres hurras por Julio!.
hurra!
hurra!
hurra!



diez

Archi se siente realizado
ha fundado el
novísimo paraíso
en el mismísimo jardín de la república.

desde allí saldrá a predicar
por el mundo
y salvar las almas y los cuerpos
de las pecadoras sudacas.

Archi es ahora
el gran pastor virtual
bendecido en birra dorada
y fluidos femeninos.

el nuevo mesías
de mujeres frígidas y abstemias
que las libera
de los hombres aburridos
y de las aguas negras del capitalismo

con el poder divino
de su gran artefacto terrenal.

lo que sucede en realidad
fieles acólitas del gran exhibicionista

que desde este luminoso instante
Archibaldo tiene en sus manos

el celular de Dios.-